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La traduction médicale à l’heure de la pandémie es una obra escrita por Mathieu Guidère, profesor de la Université de Paris VIII y director de la colección «Traductologie» de la editorial L’Harmattan a la que pertenece este libro. La colección presenta, hasta el momento, diez obras relacionadas con la traducción, su historia y su relación con otros aspectos sociales, tales como la política o la guerra. De hecho, el profesor Guidère cuenta con otros dos títulos más en esta colección: Traductologie et géopolitique (2015) y La traductologie arabe. Théorie, pratique, enseignement (2017).
El libro consta de algo más de doscientas páginas y está dividido en cuatro partes: «Traduire en temps de pandémie» (una revisión general de los principales textos fuente y problemas de comunicación en medicina), «Méthodologie de la traduction médicale» (una introducción a la terminología médica, con un apartado centrado en las novedades introducidas por la covid-19), «Traduire la sémiologie médicale» (una discusión de los dilemas de la semiología médica vistos desde la perspectiva de la lingüística) y «Technologies de la traduction médicale» (una sección centrada, a pesar de su título, en la salud mental). Estos grandes bloques, subdivididos en pequeños capítulos de tres o cuatro páginas por lo general, están precedidos de una larga introducción y seguidos de una breve conclusión. El libro se cierra con una extensa bibliografía y un índice que permite una fácil consulta de la obra.
En su introducción, el autor afirma que la traducción médica ha experimentado un aumento exponencial debido a la crisis sanitaria de la covid-19. Parece una conclusión que podría considerarse obvia, dada la explosión de publicaciones de todo tipo al respecto que recogen, por ejemplo, bases de datos especializadas como PubMed[1], con cientos de miles de referencias en apenas tres años. Sin embargo, no se ofrece en el texto ninguna información factual que corrobore esta afirmación o indique cuáles han sido los textos más traducidos o las actividades de interpretación más demandas o entre qué lenguas se han producido las traducciones, etc. En realidad, la discusión se centra más bien en las características generales de la traducción médica, sin entrar en las peculiares circunstancias que ha podido generar la pandemia. Por ejemplo, se afirma que las competencias traductológicas de textos biosanitarios son difíciles de adquirir y que los «buenos perfiles» de especialistas en traducción médica están muy buscados, pero podemos preguntarnos: ¿Por qué es tan complicado? ¿Es igual de difícil adquirir las competencias en todo el mundo y por todas las personas? ¿La pandemia ha agudizado estas dificultades y desigualdades?
Respecto a los «buenos perfiles», tan raros y deseados, en traducción médica, el profesor Guidère vuelve a la eterna controversia entre ventajas e inconvenientes de especialistas en lenguaje y traducción médica frente a profesionales de la salud que devienen traductores/as. Aunque parece más proclive a defender las virtudes del primer grupo, no se decanta de forma decidida por ninguna opción concreta, ni tampoco informa de los potenciales cambios acontecidos en este sentido por la urgencia debida a la pandemia o por la llegada de las nuevas tecnologías de traducción. El autor revisa herramientas como las memorias de traducción, las bases terminológicas y, claro está, la traducción automática. Esta última es descrita por Guidère como una herramienta que permite la traducción sin intervención humana, a excepción de la revisión y la edición final. Sin embargo, parece haber obviado que, para que la máquina realice una traducción de fácil posedición —y se pueda así ganar tiempo y dinero haciendo una traducción óptima— se requiere a menudo una preedición del texto. Dicho en otras palabras, resulta necesario darle a la máquina la comida triturada para que ofrezca un producto apetecible al paladar traductológico. La introducción del libro que se está reseñando elogia de manera precisa la importancia y las perspectivas profesionales de la traducción médica y subraya al mismo tiempo la complejidad y relevancia inherentes a este género de textos.
La primera parte de la obra está consagrada, o eso hace suponer el título, a la traducción durante la pandemia («Traduire en temps de pandémie»). En realidad, es un capítulo muy heterogéneo en el que se mezclan demasiados conceptos relacionados con la medicina, ya sea desde la traducción, desde la antropología, la antropolingüística, la etnolingüística, la sociolingüística y la psicolingüística. Dejando a un lado los aspectos más lejanos a la traducción, el autor revisa algunas de las tareas más comunes en el universo de la traducción médica, eso sí, siempre bajo la exclusiva mirada del par de lenguas francés-inglés. La revisión de esta gran variedad de tareas es acertada, aunque el autor no se prodiga en detalles. Por ejemplo, en ningún momento se mencionan los conocimientos en traducción jurídica necesarios para una óptima traducción de patentes de medicamentos o para una correcta redacción del prospecto médico en función de la legislación de cada país. En la página 33, el autor muestra una imagen de la página web de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)[2] e informa telegráficamente de la guía (QRD)[3] de revisión de la calidad de los documentos allí presentados. Esta guía ofrece directrices acerca del estilo de redacción de prospectos y fichas técnicas con los requisitos necesarios para su admisión. Es sorprendente no encontrar más detalles acerca de esta guía que ha sido traducida a más de 25 lenguas y constituye una herramienta imprescindible para los profesionales de la traducción médica.
En la segunda parte, «Méthodologie de la traduction médicale», el autor revisa las ideas de teóricos de la traducción tan destacados como son Delisle, Gouadec, Ladmiral y Gile. Insiste en la trascendencia de la búsqueda documental y terminológica para las traducciones especializadas y ofrece un ejemplo de ficha terminológica para uso de traductores, terminólogos o especialistas del lenguaje médico. Guidère insiste en privilegiar el uso de diccionarios monolingües frente a los bilingües y menciona varios diccionarios útiles para la traducción, siempre con el par de lenguas francés-inglés como ejemplo. Sin embargo, ha obviado excelentes diccionarios monolingües en otras lenguas (chino, japonés, español, inglés, portugués, italiano, etc.), disponibles en múltiples formatos, tal y como el Diccionario Dorland[4], una obra nacida a finales del siglo XIX y transformada, con sus más de treinta ediciones, versiones y traducciones, en una de referencia imprescindible para cualquier biblioteca médica.
A continuación, el autor ofrece un repaso sobre los principales rasgos del lenguaje médico: neologismos, préstamos, colocaciones, prefijos y sufijos, y «la fraseología médica». Esta parte finaliza con una breve descripción de la terminología de la pandemia, en la que se incluye el debate que se produjo en algunos países como Francia o España respecto del género de la sigla «COVID». En realidad, al igual que ocurre en otras secciones del libro, este apartado incluye muchas más cuestiones terminológicas que las estrictamente relacionadas con estos tres años de pandemia y los cientos de miles de publicaciones especializadas relacionadas con ella. No se ofrece un análisis de las novedades introducidas por estas publicaciones, ni tampoco de las expresiones más comunes que han circulado en la prensa o los medios de comunicación en diferentes países, con los consiguientes problemas de traducción. Este segundo capítulo, por ejemplo, incluye en el apartado dedicado a neologismos algunas siglas con ya largo recorrido, tales como ARN (ácido ribonucleico, conocido desde mediados del siglo XX) o ARS (agences régionales de santé), centros sanitarios públicos creados por la ley francesa del 21 de julio de 2009, y que no tienen relación con los neologismos introducidos durante la pandemia. Otra de las cuestiones que el autor ha olvidado explicar es la formación de esos términos nuevos o neologismos. En la discutible lista que ofrece de neologismos asociados a la pandemia, aparece la palabra Hydroxychloroquine, un producto conocido desde hace décadas, aunque popularizado por los debates públicos en torno a su uso contra la covid-19, particularmente en Francia. Un análisis etimológico de esta expresión hubiera permitido, por ejemplo, mostrar las fuentes principales de los neologismos médicos y señalar los requisitos para su correcta traducción, un aspecto que se puede encontrar en muchos manuales, pero ausente en este trabajo. En lo referente a los préstamos, casi todos ellos del inglés, como bien relata el autor, el gobierno francés ha publicado una página web[5] donde recomienda y establece términos franceses para designar las mismas realidades que designan las palabras prestadas del inglés y que el autor ha olvidado indicar en su libro.
En lo que respecta a los dos capítulos siguientes, «Traduire la sémiologie médicale» y «Technologies de la traduction médicale», poco o nada tienen que ver con el título de la obra, aunque sí pueden resultar de gran interés para personas interesadas por la semiología o por las sinergias entre lenguaje y enfermedades psíquicas. En general, el tercer capítulo es una introducción a la teoría de la traducción y la semiótica, pero podría ser más útil para profesionales de la traducción si se hubiera adoptado un enfoque más práctico. Se trata de una interesante reflexión sobre la traducción y cómo se relaciona con los sistemas semióticos. El autor alienta a cuestionar las suposiciones comunes sobre la traducción para considerar la complejidad de este proceso. Sin embargo, el trabajo se centra demasiado en las teorías, sin apenas ejemplos concretos y estudios de caso para ilustrar sus puntos fundamentales. En general, considero que es una lectura valiosa para personas interesadas en los sistemas semióticos, pero generará desaliento, y quizá rechazo, entre muchos profesionales de la traducción que persigan orientaciones para su trabajo.
El capítulo «Technologies de la traduction médicale» es una lectura interesante, pero decepcionante en términos de su enfoque temático. El autor se dedica principalmente a discutir enfermedades mentales y cómo se relacionan con la traducción en el ámbito médico, pero brinda poca información sobre las tecnologías de traducción médica existentes. Aunque la discusión sobre enfermedades mentales es interesante, no es lo que se espera de un capítulo con este título, donde sería conveniente ofrecer más detalles sobre herramientas y métodos utilizados en la traducción médica. De nuevo, nos encontramos con un capítulo plagado de datos y análisis de interés general, pero de escasa utilidad para las personas que busquen información sobre las nuevas tecnologías de traducción médica o acerca del modo en que estas tecnologías han sido empleadas durante los años de la pandemia. ¿Ha aumentado su uso? ¿Se ha mejorado su funcionamiento? ¿Son ahora más accesibles o mejores? ¿O, por el contrario, la pandemia ha favorecido la llegada de traducciones de baja calidad dada la urgencia de disponer de textos informativos en todos los idiomas? No son preguntas que se planteen, ni mucho menos se contesten en este último apartado, una situación que es paradigmática del conjunto del libro: se trata de una introducción general a los problemas de la traducción, con un énfasis sorprendente en cuestiones relacionadas con la teoría semiótica y las enfermedades mentales, sin que se discutan en ningún momento las peculiaridades de la «traduction médicale à l’heure de la pandémie» que anuncia su título.
En conclusión, el libro reseñado es una buena guía para aquellos interesados en el campo de la traducción médica y la semiótica aplicada a la comprensión de las enfermedades mentales. Este trabajo brinda una visión generalista sobre ambos temas, permitiendo comprender de manera clara y sencilla los conceptos clave y las herramientas necesarias para abordar estas cuestiones con éxito. Además, su enfoque en la comprensión de las enfermedades mentales es esencial para las personas que buscan ampliar sus conocimientos en el campo de la salud mental y la traducción médica.
Appendices
Notas
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[1]
PubMed (2023): PubMed. National Center for Biotechnology Information. Accedido 7 de mayo de 2023, <https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov>.
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[2]
EMA (2023): Agencia Europea de Medicamentos. Unión Europea. Accedido 7 de mayo de 2023, <https://european-union.europa.eu/institutions-law-budget/institutions-and-bodies/search-all-eu-institutions-and-bodies/ema_es>.
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[3]
QRD (2018): Product-information templates - QRD. European Medicines Agency. Accedido 7 de mayo de 2023. <https://www.ema.europa.eu/en/human-regulatory/marketing-authorisation/product-information/product-information-templates-human>.
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[4]
Diccionario Dorland (2023): Diccionario Dorland Enciclopédico Ilustrado De Medicina. Madrid: Elsevier.
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[5]
Ministère de la Culture (2023): Lengua francesa e idiomas de Francia. Ministère de la Culture. Accedido 7 de mayo de 2023, <https://www.culture.gouv.fr/es/Tematicos/langue-francaise-et-langues-de-france/Actuar-en-favor-de-las-lenguas/Modernizar-y-enriquecer-la-lengua-francesa/Nuestras-publicaciones/Les-mots-pour-le-dire-en-francais>.
Bibliografía
- Guidère, Mathieu (2015): Traductologie et géopolitique. París: L’Harmattan.
- Guidère, Mathieu (2017): La traductologie arabe: Théorie, pratique, enseignement. París: L’Harmattan.